La demencia de este mundo, los oníricos despojos de sinceridad... tus palabras muertas. Son éstas, más que destellos de un deseo reprimido; son tus ansias trabadas por la entraña que solo filtran medias verdades...¿te digo?, ¿te escupo lo que pienso?... no, sería demasiado. Demasiado es, tan solo una palabra... decirte: calla. ¡Calla!, ¿porqué te sigo oyendo?... te quiero, es cierto.
Ya no te oigo, solo movimientos de tus labios veo... dale, para... calla. Sigues en despojos. A esto, me refiero... sigo acá... te quiero, es más que cierto.
Tus labios siguen en movimiento, ideas van ideas vienen... no es que no me interese... es que me muero de ganas. Es de ésto, que me desespero... ya no puedo más... me matas. Me matas y me pulverizas la mente...¡es de ésto carajo! que me fastidia de ti... rompes mi esquemas, destrozas mi apacible vivir...remolino perturbador antagónico es tu esencia de existir.
Es tremendo, es desquiciante...y sigo aquí. ¡Calla! me grito en silencio...y en un movimiento inesperado pero deseado... acá está...aquí lo tengo, el calor sutil de un encuentro. Este encuentro de tus labios con los míos...¡es de ésto, carajo! que me fastidia de mi... rompo mis esquemas, destrozo mi vivir...te quiero, es más que cierto. Renuevo mi sentir.
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