El día que me quieras



"El día que me quieras" poema del autor Méxicano Amado Nervo se publicó en 1922 en el libro El Arquero Divino:

El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
como notas de Bethoveen vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cantarinas,
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo, serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano, cual rubias hermanitas
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: "¡Apasionadamente!"
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa, cada arrebol miraje
de las Mil y Una Noches, cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de "Dios".

Amado Nervo fue periodista y otro inspirado miembro del gremio retomó su poesía. Mediante el recurso de la paráfrasis, a través de la reescritura del texto original, la modificó. Una sirvió para la inspiración de la otra.

El periodista que la reescribió es Alfredo Le Pera, quien además de admirar la poesía del nayarita, era letrista y guionista del actor, cantante y compositor argentino, Carlos Gardel.

La nueva letra del poema fue musicalizada por Carlos Gardel y el director de orquesta, violinista y compositor de tangos, el argentino Terig Tucci, se hizo cargo de los arreglos musicales. El 19 de marzo de 1935 fue grabada en Nueva York y utilizada como tema de la película del mismo nombre, dirigida por John Reinhardt.

El texto musicalizado quedó así:

Acaricia mi ensueño
el suave murmullo de tu suspirar.
¡Como ríe la vida
si tus ojos negros me quieren mirar!
Y si es mío el amparo
de tu risa leve que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
¡todo, todo se olvida..!
El día que me quieras
la rosa que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Al viento las campanas
dirán que ya eres mía
y locas las fontanas
me contarán tu amor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá...¡que eres mi consuelo..!

En la versión cantada por Carlos Gardel, él recita:
El día que me quieras
no habrá más que armonías,
será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodías
y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor,
florecerá la vida,
no existirá el dolor...

Para enseguida, en la película, continuar cantándola, ahora a dúo con Rosita Montero:

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar
y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa
que verá... ¡que eres mi consuelo!

Comentarios

Este soy yo... el que escribe.

Irremediablemente como suelo ser, soy así...constante, incisivo, determinante, pero también libre y destellante como chispa. Mi naturaleza inquisitiva y soñadora va más allá de mis anhelos desentrañantes y pasionales. Suelo ser más de lo que hubiera pensado, pero mucho más de lo que no me hubiera atrevido. Así soy; como madera, natural y firme, maleable pero estructurado...orgánico y con delirios industriales. Soy arte y herramienta...de contemplación.

Soy yo; ni más ni menos, tan humano como cualquiera y tan diferente como unos cuantos...me gusta ser y hacer como quiero ser, me fastidian las imposiciones radicales, aunque suelo ser impositivo cuando se trata de defender un punto de vista. Me encanta la buena compañía, la buena mesa (preferentemente con carne y vino o ¡pasta!)...y la charla. Disfrutar del aire libre, la sombra de un árbol, el susurro del viento y caminar con pies descalzos en el pasto. Y con personas déspotas y superficiales no me llevo...con irreverentes sin sentido menos, pero me gustan mucho las personas que debaten y retan mi sentido.

Vivo con pasión y actuo con lo mismo, soy cuidadoso pero no me limito. Busco más de lo que pueda ver, quiero profundidad... quiero intensidad.

Vuelo con alas propias y no busco alguien a quien llevar, si alguien con quien lo haga conmigo... no soy más de lo que ves enfrente, no soy más de lo que te muestro, pero estoy seguro de tener más de lo que me sé. Descubrirlo y explotarlo, esa es mi vida.